lunes, 25 de abril de 2011

Presentación


La editorial Océano me ofreció ilustrar una biografía de Howard Phillips Lovecraft (escrita por Teo Gomez) en la que había un exhaustivo repaso a todos sus libros donde, por supuesto, se incluía un análisis de  los "MITOS DE CTHULHU" y el misterioso NECRONOMICON.
¡ESTA ERA MI OPORTUNIDAD!….En mi adolescencia siempre soñé con leer este libro prohibido. Lo busqué, como un pardillo, por todas las librerías esotéricas de Barcelona, hasta que encontré un librero que se apiadó de mi inocencia y me confesó que el NECRONOMICON no existía, que era una invención literaria. Tras la decepción inicial, me vino una revelación: Si el NECRONOMICON no existía, debería existir. Si nadie lo había escrito, esta sería mi misión en la vida: escribirlo e ilustrarlo.
Ni corto ni perezoso le propuse al editor ilustrar el NECRONOMICON dentro de esta biografía de lovecraft. Llegamos a un acuerdo y aceptó .
Para afrontar esta titánica labor (ignoraba, entonces, los sufrimientos y horrores que viviría al tomar esa decisión), pedí ayuda a mis amigos Amadeu Leblansky y Emili Gil que, en aquellos tiempos, editaban el fanzine LOVECRAFT. Me pasaron toda la información y bibliografía que durante años habían conseguido recopilar.
Con todo este material en mis manos, el 11 de setiembre del 2001 empecé a dibujar monstruos, hasta que el 23 de abril del 2002, tracé la última línea, dando por finalizado el libro.
¡Ocho meses de enfermizo trabajo! Llevaba 20 años trabajando como ilustrador y jamás hubiese sospechado que este autoencargo acabaría hundiéndome en el lodo de profundas depresiones. El proceso del dibujo resultó más difícil de lo esperado. Basándome en las descripciones (o antidescripciones) que daba Lovecraft de los monstruos, a mi mente le resultaba imposible plasmarlas en una imagen, más o menos creíble, que parecieran seres reales. A base de trabajar, descubrí  que, concentrándome y descendiendo a mi abismo interior, al poco rato aparecía, entre brumas, el monstruo que quería dibujar. Lo tenía allí, frente a mí, y sólo tenía que hacerle un retrato del natural. Entonces dibujaba un boceto rápido de la criatura que había visualizado fugazmente (tenía miedo de alargar  la visión, era demasiado real y me encontraba en una dimensión con leyes desconocidas para mí) pasándolo después a limpio, con plumilla y tinta china, con muchas tramas, como los grabados científicos de los naturalistas del siglo XIX.
Con los meses, estos inhóspitos viajes al pozo de mi alma empezaron a remover espesas sombras que me sumieron en una atenazante  congoja.
Un día vino de visita por mi estudio un amigo chamán. Sólo abrir la puerta quedó horrorizado al verme. Mi aura era oscura, cubierta de "larvas" procedentes del plano astral. Tenía que actuar rápido si no quería acabar en un manicomio, o peor aún, como  acabó Abdul Al-Hazred (el árabe loco que se atrevió a escribir  el  "AL-AZIF"), o el doloroso final del mismísimo H.P.LOVECRAFT. Me recomendó inciarme en la magia blanca para protegerme, si quería terminar la obra sin perecer en el intento. Así lo hice, y gracias a su consejo empecé a sanar mentalmente. Ahora ya podía descender a mis infiernos con un mínimo de protección. Terminé, por fin, este catálogo de monstruos (prefiero llamarlos "seres" o "entidades ") de Lovecraft y sus seguidores. Creo que es el más completo que se ha hecho, al menos no conozco otro tan exhaustivo.




Los originales están dibujados en un DIN-A3, pero por desgracia el tamaño del libro es sólo de 17x23. Así y todo está muy bien impreso y se pueden apreciar todos los detalles. Si todavía no tienes el libro, lo puedes adquirir aquí o aquí.

7 comentarios:

  1. En la Salita de Cáceres pudimos verlo de cerca, ahora podemos ver algunas partes con mas tranquilidad. De cualquier manera, impresionante. Este libro me tiene fascinado. Nueva edición YA!
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, si hay una avalancha de gente pidiéndolo, la editorial terminará sacando la 3ª edición!!!
    Un abrazo,
    Lluïsot

    ResponderEliminar
  3. Lluïsot, què gran ets, i quina gran adaptació has fet del Necronomicón! És genial, fantabulós i totalment imprescindible!

    ResponderEliminar
  4. Libros que no existen-¿para los que sí existen atrevidos ilustradores?-, ciudades invisibles o sin nombre, seres invisibles que habitan en las profundidades. No en balde, Lovecraft acabó loco. Como dice Llosef, es impensable que hayas dibujado esas ilustraciones tan sugerentes sin haber viajado personalmente al mundo de Cthulhu. Me sugieren los grabados de un anatomista-loco, por supuesto- trazados al otro lado del espejo, con la ayuda de Lewis Carroll o el retorcido de Leonardo, que también tomaba notas con este adminículo. Si no has utilizado un espejo, ¿has recurrido, como recomendaría el maestro de Providence, al cerebro reptilino? No sé cuál de estas dos aventuras es más peligrosa. ¡Cuidado, mucho cuidado con el ruido de las chicharras! (¿no dices que estas criaturas invisibles hacen ruido como de insectos?) Yo, por el momento, me quedo con la “metamorfosis de persona normal a profundo”, que es una broma genial acerca de Lovecraft y su mundo. Enhorabuena, son unas ilustraciones magníficas.

    ResponderEliminar
  5. Hola!
    Gracias a los dos por vuestros elogiosos comentarios....Pero...¿Quién os ha dicho que no he viajado personalmente al mundo de Ctulhu? Es un viaje bastante peligroso, como explico en la introducción, y me salvé por los pelos...Hay otros mundos, pero están en las profundidades de nuestro interior, un camino que muy pocos se atreven a recorrer, y que yo sólo me atrevo a volver a visitar de vez en cuando. Un saludo, nos veremos pronto en "repartiendo leña" con mis koans paranoicos. Lluïsot.

    ResponderEliminar